Ahora toca guardar todo aquello que hemos dejado apartado y que queremos guardar. Lo importante es que ¡esté limpia! No guardes nada que se haya utilizado ni una vez porque podrás encontrarte que dentro de unos cuantos meses olerá o incluso podrá estar manchada.
Consigue cajas herméticas o lo más herméticas posible. El estar aislada impedirá que la humedad dañe los tejidos.
Etiqueta por fuera lo más detalladamente posible. Es mucho más cómodo mirar una caja y saber qué hay dentro en vez de cogerla y desarmarla.